El pasado jueves 8 de mayo, una Corte de Apelaciones federal de EE.UU, estableció que el método para clonar animales puede ser objeto de patente, más no el animal derivado de la clonación.

«La identidad genética de Dolly a su padre donante la vuelve imposible de patentar», escribió el juez Timothy Dyk para la Corte de Apelaciones del Circuito Federal en Washington.

Pilar Ossorio, profesora de leyes y bioética de la Escuela de Derecho de la Universidad de Wisconsin, dijo que la decisión era una victoria para quienes creían que clonar animales era moralmente incorrecto. También menciono «Este dictamen le quita un incentivo a las organizaciones investigadoras para seguir adelante con la investigación sobre clonación, al menos en los márgenes”.

“Los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell del Roslin Institute de Edimburgo, Escocia, generaron titulares internacionales e intensos debates éticos en 1996, cuando crearon a la oveja Dolly, el primer mamífero en ser clonado a partir de células adultas.

Dolly, que recibió el nombre de la cantante Dolly Parton, fue sacrificada seis años después luego que se le diagnosticara una enfermedad pulmonar progresiva.

El instituto, que posee una patente del método de clonación llamado transferencia nuclear celular somática, solicitó una patente sobre los clones que fue desestimada por el examinador de la Oficina de Patentes y Marcas Comerciales de Estados Unidos el 2008.

En febrero del 2013, la oficina sostuvo la decisión del examinador y dijo que los clones no poseen «características marcadamente diferentes a otras encontradas en la naturaleza».

Al mantener la decisión del organismo de patentes, el Circuito Federal dijo que la naturaleza, fenómenos naturales e ideas abstractas no pueden optar a la protección de patentes.

Salvatore Arrigo, abogado del Roslin Institute, dijo estar decepcionado con el veredicto.

«No hay dudas para nadie de que Dolly fue creada por el hombre», sostuvo.

El instituto argumentó que sus clones se distinguían de sus donantes mamíferos, en parte, debido a que factores ambientales podrían hacer que su forma, tamaño, color y comportamiento sean diferentes a los de sus donantes.

El Circuito Federal no estuvo de acuerdo y notó que el Roslin Institute había dicho que esas diferencias se producen «independiente de cualquier esfuerzo del poseedor de la patente».

Fuente: http://lta.reuters.com/article/internetNews/idLTASIEA4707W20140508