En manos de la juez Lucy Kohde en Estados Unidos, se dio el rechazo de la demanda de Apple cuyo fin consistía en prohibir de manera permanente, la venta en el país de algunos smartphones antiguos de Samsung.
La juez Lucy Koh, en San José, California, dictaminó que Apple no presento pruebas suficientes que mostraran que sus características patentadas impulsaban representativamente la demanda del consumidor como para emitir una medida cautelar.
El pedido de Apple de una orden judicial permanente surge de la batalla legal de las compañías por algunas características patentadas por Apple, como el uso de los dedos para agrandar la pantalla así como elementos de diseño como la pantalla plana y oscura del teléfono.
No obstante, Apple ya ganó veredictos contra Samsung en Estados Unidos por 930 millones de dólares.
Aunque Samsung ya no vende los modelos más antiguos a los que se refiere el pedido, Apple argumentó en un documento judicial que una orden es importante para evitar que Samsung copie nuevos productos en el futuro.
Por su parte, Samsung argumentó que Apple intentaba atacar a sus nuevos teléfonos para generar miedo e incertidumbre entre operadores y minoristas.