Para evitar que se compartan contenidos con derechos de autor, Dropbox emplea un sistema que básicamente compara el hash de los archivos que los usuarios almacenan en sus cuentas con los registrados en una base de datos. Gracias al novedoso sistema, se sabe si cada archivo cuenta con derechos de autor.
Ello no significa que se espíen los contenidos de los usuarios, es a través de un código que se sabe si el usuario busca compartirlo o no, y así, cuando sucede lo primero, el sistema bloquea automáticamente la acción.
“Asimismo, los titulares de derechos de autor rastrean en la Red posibles contenidos con copyright que se comparten mediante el disco duro virtual y notifican a Dropbox su existencia. Tras ello su equipo verifica el archivo en cuestión e incluye su hash en su base de datos, de modo que todos aquellos archivos en adelante que incluyan el identificador en cuestión son bloqueados a la hora de compartirlos.
El sistema empleado es bastante sencillo a la par que efectivo. No obstante, también abre la puerta a que los usuarios puedan evitarlo con pequeñas modificaciones en los archivos que propicien en el proceso de cifrado un hash distinto al incluido en la lista negra de Dropbox.”